TOTEM 7 Capilla Santa María de los Ángeles

LA CAPILLA, CORAZÓN DEL COLEGIO

La primera Capilla…

La Orden de la MADRE FRANCISCA, hoy Santa de la Iglesia de Dios, Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano, llegan a María Juana a pedido del Párroco, para crear una escuela en la localidad a fin de llevar el Evangelio a los niños de ese lugar. (Revista Estela Seráfica).

Desde los inicios, todo se une directamente con una historia de fe y amor. Por ello, ni bien llegaron a esta localidad, impulsados por la fuerza del Espíritu Santo y la buena voluntad de la comunidad, pusieron en marcha esa obra.

Como todas las congregaciones, el núcleo de su misión es Cristo, por lo que el espacio de oración y encuentro con Jesús era necesario y para ello no solo pensaron en edificar la escuela, sino también una capilla.

En ese entonces, la parroquia de María Juana pertenecía a la Diócesis de Santa Fe de la Vera Cruz creada por León XIII con la Bula “In Petri Cathedra” del 15 de febrero de 1897, de la que, por necesidad pastoral, luego se desprendería formando parte de la Diócesis de Rafaela.

El Padre Calleri, el 4 de febrero de 1919, en una carta dirigida al Obispo de Santa Fe, Juan Agustín Boneo, solicita “autorización para bendecir un altar nuevo, una estatua de San Francisco de Asís y otra de la Inmaculada Concepción y habilitar una pieza muy decente del edificio para capilla particular de las Hermanas”.

Asimismo, el 17 de febrero de 1919, la superiora delegada de las Hermanas Capuchinas solicita, mediante una carta al nombrado Obispo, el permiso para dedicar un cuarto del edificio de la escuela para una Capilla y así también conservar permanentemente el Santísimo Sacramento. 

La escuela tuvo su Capilla inicial a la izquierda de la entrada principal, la cual era pequeña y acogedora.

Esta capilla fue “preparada” “en una pieza con altar construido por el cura local, con reserva, celebrando la Sta. Misa, una vez por semana y dando en ella la Comunión diaria”.

Con el paso de los años, la incorporación de varones y el crecimiento del Colegio, surge la necesidad de construir una nueva capilla más amplia y cómoda, por lo que la antigua fue trasformada en aulas.

La nueva Capilla…

El 7 de septiembre de 1957 se inaugura la Capilla actual, tal como se expresa en el Acta 36° en fecha 22 de julio del año 1957 de los anales de la Escuela:

El día 7 de septiembre, por la mañana, el Excmo. Sr. Arzobispo de Santa Fe Monseñor Nicolás Fassolino bendijo la capilla y luego celebró la primera Misa. Por la tarde, se realizó el rezo del Santo Rosario, plática y Bendición con su Majestad. (Acta N° 36).

Imágenes del interior de la Inauguración de la nueva Capilla, la cual presenta las características propias de la época Pre-conciliar (altar de espaldas al pueblo, comulgatorio, etc.)

Las imágenes del lateral Oeste (imagen superior) y de la fachada de la Capilla (imagen inferior), muestran las mismas características que las actuales, las cuales, si bien han recibido el mantenimiento correspondiente, no muestran cambios.

La construcción de la nueva capilla llevó mucho sacrificio y pasada la fecha de inauguración, la comisión de ex alumnos seguía trabajando fuertemente para abonar los gastos, como por ejemplo la pila de agua bendita (Acta N° 38).

La actual Capilla…

Las modificaciones necesarias, exigidas por el Concilio Vaticano II, celebrado de 1962 a 1965, se llevaron adelante en la capilla, incorporando un nuevo Altar, el Ambón, cambiando el “retablo y por lo tanto el lugar de las imágenes de Santa María de los Ángeles y el Sagrado Corazón”.

En el año 2003 un terrible hecho ocurrió; un cortocircuito en el altillo de la capilla generó un incendio, que fue controlado rápidamente por los bomberos de la localidad. Este suceso dejó algunos daños en el edificio, que fueron reparados con el paso del tiempo, gracias a la colaboración de toda la comunidad de María Juana.

La providencia guió a que en esta capilla, querida para muchos vecinos de la localidad, sea lugar de sus misas dominicales y otros sacramentos, además de otras celebraciones que abren ese querido corazón a quienes son partícipes de la fe de Iglesia mariajuanense.