Salida de los tres primeros vagones de la nueva fábrica Buriasco
Cuando en 1950 se construyó el primer vagón de carga argentino en María Juana, comenzó para nuestro pueblo una nueva historia. Una vez aprobado ese vagón por el Ministerio de Transporte, la familia Buriasco solicitó que se le otorgue la construcción de una partida, para levantar una planta y generar puestos de trabajo en la región. El primer contrato fue por 2000 unidades y comprendía vagones cubiertos, de jaula (para el ganado) y vagones de borde alto para carga pesada.
Por esos tiempos María Juana no contaba con rutas de acceso pavimentado, no pasaba el ferrocarril por la localidad, los medios de comunicación eran escasos, el teléfono no existía, como así tampoco los bancos, por eso la construcción de esta empresa de capitales netamente nacionales significó una verdadera revolución en la vida de los lugareños.
El 1º de enero de 1951 se constituyó la firma Bautista Buriasco e Hijos Ltda. Bajo esta denominación nació la empresa, iniciando la construcción de la nueva fábrica de la que saldrían los primeros vagones con las instalaciones en obras. Para ese momento la firma Buriasco había logrado que se realizara el tendido de un ramal que llegaba hasta la puerta de la fábrica y permitiría sacar los nuevos vagones construidos.
Por ese ramal, llegó por primera vez la locomotora que era grande, de color negro, alimentada a carbón. En sus costados estaba la imagen de Eva Perón y su nombre Evita. Engancharon a la misma dos vagones borde alto para carga pesada y el vagón cubierto que se construyera en la vieja fábrica. Los tres tenían en sus costados la imagen del Presidente Perón.
Don Bautista decidió hacer una fiesta para festejar la salida de los primeros 3 vagones del contrato. Para ello invitó a las autoridades, los hombres más importantes del pueblo, (comerciantes, profesionales), los empleados de la fábrica y la gente que trabajaba en sus campos. En el mismo galpón con paredes sin revocar, sin aberturas, piso de tierra y los rieles colocados sobre durmientes, donde se habían fabricado los dos vagones abiertos, se comió un abundante asado, amenizado con la música del acordeón de José Alberto.
Luego salió la locomotora arrastrando los tres vagones y todos se acomodaron para la foto final. Era el 27 de abril de 1953.
